“(…) hijita trabaja encomienda a Dios, a tu fiel Esposo, que ya estamos peleando en todo el centro del enemigo, que es fuerte i baliente no como se cre a por atencien i figurate un combate de 8 horas entre 5 buques de guerra con los castillos, de Pisagua aquí pierdo la cabeza al acordar este ataque tan Terrible”. Soldado chileno J. L. Castro
Vislumbrar la “maquinaria ideológica” presente en las miles de páginas de los diarios del Perú, Chile y Bolivia durante el Conflicto de 1879, se considera una “mina de oro” para todo investigador de esta temática. Debido a los enriquecedores datos presentes en los medios periodísticos que hacen una cobertura de la situación política, económica, social y militar durante la Guerra de 1879.
Revisando el diario El Nuevo Ferrocarril de Santiago de Chile, uno puede encontrar desde editoriales críticas, pronunciamientos, homenajes, sátira política, caricaturas, informes de corresponsales enviados al teatro bélico, cartas de soldados y oficiales, entre otros apartados.
Teniendo en cuenta que este medio de prensa fundado por Francisco Frías, circulaba dos veces por semana entre los años 1879 y 1881, del 30 de junio de 1879 al 17 de abril de 1881 y retomando sus publicaciones entre el 24 de julio de 1881 y el 4 de diciembre del mismo año.
Entres sus características generales están que se publicaba con 8 páginas de gran formato y la portada ilustrada con grabados de la época que mostraban episodios, personajes y sucesos de actualidad durante el desarrollo de la Guerra del Pacífico
Pero es imposible consignar unas pequeñas líneas sobre El Nuevo Ferrocarril, sin mencionar al más encumbrado de sus redactores, estamos hablando de Don Benjamín Vicuña Mackena, quien fue uno de los críticos más mordaces de los sucesos políticos y su desempeñamiento en la conducción de la guerra por el Estado chileno.
No obstante, lo más destacable según mi perspectiva de este diario santiaguino, son las crónicas de los corresponsales de guerra y las cartas reproducidas de soldados chilenos en el mismo teatro de operaciones.
Dichas cartas nos permiten visualizar la visión del soldado en campaña y a partir de esta voz contenida en el registro escrito tratar de aproximarnos a la dimensión humana de la Guerra de 1879, accediendo a temáticas que escapen de las relacionadas con la conducción político-militar del conflicto y den paso a las vivencias y al sentir de los individuos que participaron de ella. (Ibarra, 2016)
Teniendo en cuenta que a través de la documentación personal, los combatientes crean su propia historia en medio de los intersticios del desarrollo de una guerra y aparecen “en su dimensión común y corriente, dejando de lado en muchas oportunidades a los héroes inmortales, generales victoriosos, los estrategas encumbrados o los estadistas visionarios”. (Ibarra, 2016: p. 2)
Es por esto que para un adecuado análisis de las vivencias de la guerra y la naturaleza del combatiente, el historiador debe “resistirse a toda manifestación emocional al afrontar la complicada emotividad de la guerra; y por otro, que una cierta exploración de las emociones de los combatientes resulta esencial para el autor de historia militar que pretenda hacer un relato veraz." (Keegan, 2013: p. 30)
Finalmente, dicha “exploración de las emociones de los combatientes” se logra con un adecuado manejo testimonial escrito, considerando las limitaciones de la visión del combatiente, el marco temporal en el que escribe el relato y su intencionalidad.
- LA VOZ DESDE PISAGUA
Bajo este título se reprodujo la carta de un soldado chileno llamado J. L. Castro, quien estuvo presente en el desembarco y toma del puerto peruano de Pisagua, un 2 de noviembre del año 1879. En dicho puerto se presentaron 19 buques chilenos y transportes para las tropas, que bombardearon el puerto para facilitar el desembarco del ejército chileno.
Dicha plaza estaba defendida por dos cañones Parrott, uno al sur de la bahía en la batería llamada 18 de Abril y otro en una batería al norte. Al mando del teniente coronel Isaac Recavarren, contaba con 200 hombres de guardia nacional y dos batallones bolivianos de refuerzo que totalizaban 790 hombres. (Linares, 2015)
Mientras por las fuerzas chilenas se contaban con aproximadamente 10000 hombres en el llamado "Ejército Expedicionario de Tarapacá", compuesto por cuatro regimientos de línea, seis cuerpos cívicos movilizados, un batallón de artillería de la Marina, una brigada de los Zapadores, el Regimiento de Artillería, el Regimiento de Cazadores y un cuerpo de pontoneros.
Sobre los hechos, dejemos que sea el soldado chileno J. L. Castro, quien nos narre los avatares del ataque chileno y la férrea defensa peruana. Dicha carta, como lo señalamos inicialmente estuvo reproducida en el diario El Nuevo Ferrocarril del 1 de diciembre de 1879:
“Campamento de Pisagua, noviembre 5 de 1879 (*)
Señora Doña Francisca Valdez.
Querida i nunca olvidada esposa
A bordo del Bapor Itata recivi tu apreciable nota fecha 21 del precen te, por lo cual he tenido gran placer de que estes recignada a la Boluntad de Dios es de sir trabajar para nuestra familia; Que ya estoi entera mente resignado al sacrificarme i si Dios es servido asta derramar mi sangre por nuestra cara i amada patria….i si quedo vivo iré a cumplir los sagrados veres de un dueño de casa. si hijita trabaja encomienda a Dios, a tu fiel Esposo, que ya estamos peleando en todo el centro del enemigo, que es fuerte i baliente no como se cre a por atencien i figurate un combate de 8 horas entre 5 buques de guerra con los castillos, de Pisagua aquí pierdo la cabeza al acordar este ataque tan Terrible.
Lord Cocrane cada ves que disparaba, era peor el estanpido que cuando hai truenos irelampagos, porque temblaba la tierra i cembraba de cadaberes el rrededor de los castillos. se acababan los a altilleros de los castillos i benian otros arreplazarlos: las bombas de proyectiles del Cocrane pegaban al pie de los castillos y asian con la explocion Abarcaban los proyectiles como un cuarto de cuadra, y asi no se rendían, paraban de tirar por un momento, i seguían despues con mas encono la Magallanes la Covadonga i todos los otros tiraban a los serros y adonde veian jente que atrincherada de tras de los peñascos acian un nutrido fuego alos buques i alas lanchas, hubieras visto como se veia el agua hijita parecía nubada de graniso cuando cae el invierno, hacian lo mismo los gongoritos pero mas grandes, otras pasaban silbando por encima de nuestras cabezas, pero todos querian que los desembarcaran apeliar palmo a palmo; el puerto estaba envierto de un espeso nubarron de polbo i humo, yo estaba como en un 19 de Setiembre pero en mi corazón, oraba; En tonces tomaron determinación de ir ade senbarcar mi rrejimiento 3.o el Batayon Nabal aotro puertecito vecino que se llama Caleta de Junin una Compañia de Casadores a Caballo i altilleria, esto era con el objeto de venirlos por la espalda agarrarlos entre 2 fuegos que no escapara niuno, yasi avia cido.. pero nos engañamos ellos maliciaron la estratagema, i dicen que isaban la bandera de parlamento, acto continuo echaronlanchas i botes con jente del Batayon Atacama, Rejimiento Buin i del Batallon Sapadores….perros infames apenas saltaban dos Soldados atierra, cuando bajando la bandera de Parlamento. Les asen una descarga serrada de las trincheras i los que estaban de tras de las piedras un nutrido fuego de rifleria dando la muerte amuchos conpañeros en tre ellos al oficial que mandaba la jente de la lancha, le dio una bala al Corazon. lla estoi, dijo i espiró en el acto; Viendo esto los Chilenos, que arian! Como furiosos leones saltando atierra se disputaban la delantera, sin esperar que la lancha llegase se botaban almar con el agua alos pechos botando la mantencion i dejando solo los 150 tiros i el Rifle, i enprendieron la ofensiva contra los Bolivianos que los asechaban atiros, Canbió la Essena; el Batallon Atacama fue ganando terreno suviendo el serro como Gatos i dando la muerte al que veian i callendo tanvien de ellos; el invencible Lor Cocrane que asta entonces no avia querido ofender la pob acion viendo la traición de los Cholos les principió atirar bombas de incendio se de claro el fuego lla no hubo mas cuartel, el pueblo se convirtió en una Sodomia porque llovia el fuego del Cocrane sobre ella; algunos soldados querian rendirse a los Soldado Chilenos pero no los dejaban vivos; perdone Taita, i se les arrodillaban pero nosotros tas bala agarra infame, por fin tendría mucho que escribirte pero en la carta de Don Panchito te seguire mi narracion.
Figurate que abemos aqui en el Alto Pisagua 14000 Soldados de todas las armas.
Media legua Cuadrada es lo menos que ocupamos todavia estamos en panpa pura, Cama es el suelo, i tapa el Sielo porque salimos con artas balas i el Rifle. lo demás esta en el Bapor no hai mas papel queda de bos i se despide tu fiel esposo J. L. Castro. Un becito a la Soledad un tiron de naris a la selia”.
(*) Se ha mantenido la ortografía original de la carta.
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
- AHUMADA MORENO, Pascual. (1884). Guerra del Pacífico Recopilación de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo II. Valparaíso, Chile : Imprenta del Progreso.
- DELLEPIANE, Carlos. (1941). Historia Militar del Perú. Buenos Aires, Argentina: República Argentina.
-GREVE, Patricio y FERNÁNDEZ, Claudio. (2008). Uniformes de la Guerra del Pacífico. Las campañas terrestres 1879-1884. Leigh-on-Sea, Inglaterra: Caliver Books.
- IBARRA, Patricio. (2016). Narro lo que ví: La Guerra del Pacífico en primera persona. [manuscrito]
- KEEGAN, John. (2013). El rostro de la batalla. Madrid, España: Turner Publicaciones S.L.
- El Nuevo Ferrocarril, Santiago, lunes 1 de diciembre de 1879, Año I - Núm. 23.
- LINARES, Ernesto. (2015). La caída de Pisagua narrada por un marino peruano. [online] Red Voltaire. Available at: http://www.voltairenet.org/article189178.html [Accessed 18 Jan. 2018].
- MELLAFE, Rafael y PELAYO, Mauricio. (2017). La Guerra del Pacífico en imágenes, relatos y testimonios. Santiago, Chile: Legatum Editores.
- SATER, William. (2016). Tragedia Andina: La lucha en la Guerra del Pacífico 1879-1884. Santiago, Chile: DIBAM.